
El kit básico del perfecto festivalero
Asistir a un festival es divertido, muy divertido. Inolvidable, muy inolvidable. Extenuante, muy extenuante. Y para que la experiencia sea todo lo intensamente favorable que todos deseamos, es aconsejable acudir teniendo claro cual es el kit básico del perfecto festivalero.
Evidentemente, las necesidades del festivalero de turno varían si se aloja en un cómodo hotel de cinco estrellas o si está en la pomada, en el dichoso cámping, ese lugar en el que, como en la casa de Gran Hermano, todo se magnifica.
Y como damos por hecho que si tienes dinero para un buen hotel no te van a faltar comodidades, vamos a centrarnos en cubrir las necesidades básicas de lo que viene siendo el auténtico festivalero, el aventurero musical infatigable. El héroe del cámping, al que no pueden faltarle ninguna de estas cosas.
Foto: Fotolia / Dmytro Panchenko
SMARTPHONE
Ya nadie parece poder vivir sin smartphone, pero es que en este caso se multiplican sus funciones, ya que sirve para no perder a tus compañeros, comunicarte con el mundo exterior, pedir auxilio en caso de Dios sabe cuál contratiempo, hacer fotos para brasear en las redes sociales... y para llevar tu abono y/o entrada a buen recaudo. Si llevas una batería externa, ya lo bordas (el cargador va de serie, suponemos).
TARJETA DE CRÉDITO
No te compliques demasiado con los temas monetarios. Si te plantas en el festival con tu smartphone pletórico de energía y una tarjeta de crédito con un buen saldo, todo lo demás vendrá solo. Podrás dejarte llevar y si te gastas de más, ya pensaremos cómo equilibrar las finanzas mientras la música retumba aún en nuestras cabezas.

ANTIFAZ
No es para ir por ahí en plan El Zorro, aunque así pensado a bote pronto, puede ser otra utilidad. Pero en este caso el antifaz te salvará la vida porque la tienda de campaña (ya dábamos por hecho que la llevabas, claro) no te proporciona ningún tipo de oscuridad. Y estamos seguros de que la necesitarás poco después de haberte puesto en posición horizontal cerca del amanecer.

TAPONES PARA LOS OÍDOS
Las paredes de la tienda de campaña tampoco te protegerán de los molestos sonidos que llegarán desde el exterior constantemente. Tanto durante la noche mientras el personal se va ubicando para descansar un rato, como con los primeros rayos de sol, cuando ese exceso de luz al que nos hemos referido toca diana y pone a todos en marcha a las siete de la mañana. Hay que aislarse todo lo posible para no petar a las primeras de cambio.
LA ROPA JUSTA
Si el festival dura dos días, te llevarás dos camisetas y, con suerte, un par de calzoncillos o bragas. Si dura tres, tres camisetas y, con suerte, un par de calzoncillos o bragas. En realidad, lo importante es lucir una camiseta de un grupo cada día y la ropa interior es algo que debe abultar lo menos posible, para dejar así espacio a cosas verdaderamente importantes como el cargador del smartphone (y la batería externa).

GAFAS DE SOL
Llevarás las gafas de sol a todas horas, ya sea para protegerte del sol o para ocultar tus ojos enrojecidos y vidriosos. Incluso puedes dormir con ellas en caso de haber sido tan pringado de haberte olvidado el antifaz. Solo de pensar en salir de una tienda de campaña a 40 grados centígrados con una pesada resaca y sin gafas de sol, se nos viene el mundo encima.
CREMA SOLAR
Da igual la zona del mundo en la que se celebre el festival, siempre es recomendable llevar crema solar, sobre todo si las jornadas son de esas largas que comienzan a media mañana o si hablamos de algún lugar con playa o piscina.

CREMA CONTRA LAS ROZADURAS PARA NIÑOS
Una rozadura en zona íntima te destroza el mejor de los planes, sobre todo si va progresaivamente a más y no hay manera de contenerla. Que no te de verguenza, hazte con alguna crema para niños específica para rozaduras y ríete del mundo.
SOMBRERO, GORRA O PAÑUELO
Vamos a intentar evitar los sombreros de paja porque son inversamente proporcionales a cualquier tipo de glamour. Pero hay que tratar de esquivar a las inesperadas insolaciones cubriéndose la cabeza, especialmente si se luce una buena parcela de cartón. Una gorra molona está bien. Un pañuelo chulo puede valer. Un sombrero vaquero y te quedas con todos.

RIÑONERA
En realidad casi todo lo anterior desemboca en el artilugio perfecto para el festivalero: la riñonera. Por algún motivo difícilmente comprensible, parece que este complemento vuelve a estar de moda, así que vamos a utilizarlo como botiquín para llevar, quizás, algo de papel higiénico, desodorante, ibuprofenos, preservativos, fortasec, omeprazol, una pastilla de jabón y cepillo de dientes. Como las riñoneras son un pozo sin fondo, también cabe el smartphone, la tarjeta de crédito, el antifaz, los tapones, las gafas, las cremas... perderás la dignidad estética pero salvarás la vida.