
Entrevista Rozalén "Censurar, reprimir y prohibir no es el camino"
María de los Ángeles Rozalén Ortuño (Albacete, 1986) cierra con nosotros su exitosa gira de 'Cuando el río suena...', su tercer disco, editado en septiembre de 2017 y que la ha convertido en todo un referente de la canción de autor en castellano.
Serán, por tanto, dos conciertos especiales al servir de despedida de Rozalén de los escenarios por una buena temporada. Lejos de su Albacete natal, al norte del Canal de la Mancha, en dos citas en Dublín y Londres los días 1 y 2 de noviembre respectivamente.
De todo lo que le ha ocurrido en estos dos años y de sus planes de futuro hablamos con la manchega, ansiosa ya unirse a Rock Sin Subtítulos.
Dos años han pasado ya desde 'Cuando el río suena...' ¿Qué tal está siendo toda esta etapa?
En estos dos años me ha ocurrido de todo. Tengo que parar, digerir y pensar en todo lo que ha pasado. Me he llevado los mejores aprendizajes, las mayores alegrías, alguna que otra tristeza. Pero jamás un trabajo mío me había dado tanto. Tengo ganas de parar, digerir y empezar algo nuevo.
Con este disco me he llevado los mejores aprendizajes, las mayores alegrías, alguna que otra tristeza. Jamás un trabajo mío me había dado tanto. Tengo ganas de parar, digerir y empezar algo nuevo.
Tu popularidad se ha disparado exponencialmente en este tiempo. ¿Cómo lo llevas?
Lo de la fama es algo que en realidad no tenía contemplado, porque no sabía que me iba a dedicar a lo que más feliz me hace. La parte negativa de todo esto es la exposición, porque ya no tienes tanta intimidad. Me sigue resultando raro que la gente me pare por la calle y me pida fotos. Te sientes súper observada todo el rato. Es como el precio a pagar y los seres humanos nos adaptamos a todo. En realidad, pienso todo el rato que esto es por algo positivo: porque mi música está llegando. La gente se me acerca con muchísimo cariño. Me siento afortunadísima y me sigo adaptando porque esto es una adaptación.
De hecho, al mismo tiempo que tus canciones se hacían más y más populares, también te has hecho más famosa por tu defensa de todo tipo de causas sociales. ¿Es una necesidad tuya personal señalar lo que no te gusta y no callar?
A lo mejor sí que es una necesidad, porque no puedo evitarlo. Incluso me he relajado en muchas cosas porque yo opinaba todo el rato. Y lo sigo haciendo, pero en ocasiones me contengo porque es muy pesado que todo el mundo opine sobre lo que tú has opinado. Vengo de la psicología social, me importa muchísimo lo que pasa a mi alrededor, la sociedad, la política... porque la sociedad es política. No me puedo callar, no puedo. Es que me reconcome por dentro. Cada uno es como es y a mí me tienen que querer bocachancla como soy.
Me importa muchísimo lo que pasa a mi alrededor, la sociedad, la política... No me puedo callar, a mí me tienen que querer bocachancla como soy.
¿Te preocupa el momento de censura que vivimos en España y que tan claro ha quedado en Madrid con los Pastor?
Claro que sí. Nunca pensé, con lo que he estudiado de historia o lo que me han contado mis padres sobre la dictadura... yo jamás pensé que viviría algo así. Lo están viviendo compañeros. Yo no he sufrido censura pero sí cosas parecidas, que haya mucha política detrás... que te usen los partidos o algunos políticos como arma arrojadiza. Eso es muy peligroso. Cuando prohíbes algo, reprimes y callas bocas, lo que haces es exactamente lo contrario, que le das bombo, luz y visibilidad. Basta con que prohíbas algo para que la gente quiera hacerlo más. Sí, me parece muy preocupante

Cuando prohíbes algo, reprimes y callas bocas, lo que haces es exactamente lo contrario, que le das bombo, luz y visibilidad.
¿Tú te autocensuras?
Sí. En el sentido de que intento darle muchas vueltas a las cosas que escribo para ser lo más respetuosa posible. En las canciones diría palabrotas pero a mi madre le va a molestar, por ejemplo, jaja. Al principio, las canciones las hacía para mí, pero ahora pienso que las va a escuchar mucha gente. Al final me censuro poco porque no me callo nada, pero sí en las formas para ser lo más respetuosa posible pero seguir transmitiendo el mensaje que quiero
También ha generado mucho debate la cancelación de C. Tangana en Bilbao. Esto de prohibir artistas es una deriva de mierda -que a ti te pasó de refilón en Oviedo, aunque no fue exactamente eso-. ¿Hemos retrocedido tanto como parece?
Sí. No me parece bien que hayan censurado a C. Tangana aunque tiene letras que no soporto, y tiene otras cosas que me parecen súper interesantes. Soy fan suya en muchos aspectos, pero otro tipo de canciones que hace no las escucho. Entiendo lo que pasó en Bilbao porque fue por asociaciones feministas que no querían que se le contratara con dinero público, pero es que le han dado un bombo que ahora le conoce más gente en Bilbao y en España. Fue él a actuar de manera particular y lo reventó todo. Es una línea como muy complicada y creo que se deberían trabajar las letras. Si tus hijas quieren escuchar ese tipo de canciones, hay que trabajarlo con ellas y explicarles lo que consumen, que hay letras que las están denigrando. Pero censurar, reprimir y prohibir para mí no es el camino.
Me parece muy preocupante el momento de censura que vivimos en España.
¿Temes el futuro cercano que esté por venir ahora que incluso tenemos nuevas elecciones en noviembre?
Claro que temo. Es que no sé por qué hemos llegado a este punto, que no sean capaces de ponerse de acuerdo, que haya posibilidades de que gobierne la izquierda y no haya manera por culpa de los egos. Que no haya manera encima cuando por primera vez el pueblo estaba respondiendo y había gente votando. Y encina nos responden así, no llegando a acuerdos. Esto invita a la abstención, que sería horrible porque estamos tirando por la borda nuestro derecho a la democracia. O que gobierne la derecha que es la que siempre vota y si gobierna la derecha va a haber más censura.
También te has convertido en abanderada del feminismo y la causa LGTB. ¿Este compromiso resulta inspirador o agotador?
Me sale porque me sale, porque cuando compongo, el amor está en muchas formas, no solo en la de una pareja, que es como salen más fácil. Me resulta extraño que me resalten tanto el compromiso... pero sí que es verdad que siento la responsabilidad cada vez que tengo un micrófono delante y más ahora que cada vez hay más seguidores y tengo cosas importantes que decir. Porque los artistas que me gustan son los que se mojan, los comprometidos. Hay mucha gente que cada vez que habla o grita no es escuchada y necesitan que alguien les dé voz; por eso en lo que considero que pienso igual, lo hago así.
Hay gente que preferiría que me dedicara a cantar cosas más vacías y punto, pero va a ser que no.
¿Sientes que te mira de otra manera tu público ahora que captas tanta atención por tu forma de ver el mundo?
Hay gente que me valora más por eso y otra que menos. Pero sí que siento que he ganado mucho más que he perdido con el paso del tiempo. Conforme se me ha ido viendo el plumero, que yo creo que se me ve desde el principio, hay gente que valora eso (risas). La gente que me escucha supongo que lo valora porque si no no lo haría. Hay gente que preferiría que me dedicara a cantar cosas más vacías y punto, pero va a ser que no.
Hablemos de tu momento musical actual, va. Dos años después, sigues haciendo kilómetros gracias a 'Cuando el río suena'. Un éxito popular a pesar de ser muy personal. ¿Esa es al final la clave para conectar con la gente? ¿Ser una misma todo lo posible?
En mi caso resulta que sí. Es lo más honesto que he hecho nunca, aunque creo que todos mis trabajos son honestos. Me he desnudado más, he hablado de cosas que dolían y temas tabú, cosas que en mi casa no se podía hablar como memoria histórica o el celibato, porque mi padre fue sacerdote. Muchas cosas que cada vez que hablábamos en casa había miradas hacia el suelo y dolor. Eso ha resultado ser comercial y vender mucho. Algo tan íntimo y underground en realidad. Saco la conclusión de que lo honesto vende y la gente tiene ganas de escuchar cosas un poco más profundas.
Lo honesto vende y la gente tiene ganas de escuchar cosas un poco más profundas.
Te presentas en Londres y Dublín con Rock Sin Subtítulos. ¿Qué esperas de estos conciertos?
Cada vez que lo pienso me entran ganas de llorar porque van a ser de verdad los últimos conciertos de esta gira y después va a pasar mucho tiempo sin subirme a un escenario con toda mi gente. Por mi parte va a haber mucha emoción. Las veces que hemos ido a Londres y Dublín el público no puede ser más bonico, agradecen que vayamos a verles porque la mayoría son españoles. Va a ser una gran fiesta y mucha alegría y mucha tristeza y mucho de todo.
En Londres y Dublín va a haber mucha emoción porque pasará mucho tiempo hasta que me vuelva a subir a un escenario.
¿Te gusta especialmente la idea de cantar ante un público de otro idioma?
La mayoría del público en este caso serán españoles, aunque también gente de allí. He cantado en Francia, en Lituania... ahí es cuando te das cuenta de lo universal del lenguaje de la música porque nadie sabe lo que estoy diciendo pero igualmente se emocionan. Ahí puedo valorar que guste o no mi voz, o las melodías que hago o lo plenamente musical. Por eso sí que me gusta mucho cantar ante gente que no sabe lo que estoy diciendo.
En España ya has conquistado grandísimos recintos. Cuando sales fuera y vuelves a locales más pequeños, ¿recuperas sensaciones de antaño?
Clarísimamente que sí. Y sienta muy bien pisar tierra y volver a darte cuenta de que somos muy pequeñicos en comparación con el mundo entero y que las cosas cuestan trabajo. La mayoría del tiempo que llevo tocando he tocado más para veinte o treinta que para miles. Y eso me ayuda a valorar también todo lo que me pasa ahora. Es muy inspirador, de repente te entran hasta más ganas de componer porque es fácil acomodarse y de esta manera uno no se acomoda nunca
¿Se puede viajar más con las canciones que con los sueños?
En mi caso va muy relacionado. Las canciones, el arte, la cultura, todo lo que salga del alma te permite viajar mucho. Es un sueño todo para mí, no estaba en absoluto en mis planes. Cada cosica que me pasa cada día la vivo como un milagro e intento ser muy consciente de la suerte que tengo, porque mucha gente curra y no le pasa. Mis canciones me están haciendo conocer muchos rinconcicos del planeta.
Las canciones, el arte, la cultura, todo lo que salga del alma te permite viajar mucho.
¿Qué le deparará a Rozalén el 2020?
Pues sí que creo que habrá poquitos conciertos en verano. Pero va a ser sobre todo un año de composición, descanso, de digerir, de escribir mucho. Tengo que superar el disco anterior y eso ahora mismo lo veo muy complicado. Tengo que currar más que nunca pero también es verdad que tengo mucho que decir y tengo varias ideas que creo que no están mal. Generar un poquito eso de que me echen de menos y luego pillar el escenario con más ganas que nunca. Vamos a ver si hay disco para finales de 2020.