
Conciertos que convirtieron a UK en lugar mitológico: The Beatles en el tejado

Tras una década de exitosa y total demencia, The Beatles afrontaban los años setenta siendo plenamente conscientes de que su fin como banda estaba realmente cerca. Tanto es así que registraron en vídeo las sesiones de grabación del que sería su último disco 'Let it be' (editado el 8 de mayo de 1970, aunque en realidad fue grabado antes que el 'Abbey Road' de 1969).
Pero como en realidad el orden de los factores no altera el resultado, huelga recordar que Paul McCartney estaba descontento por el abandono de los escenarios que el grupo mantenía desde 1966, por lo que el cantante y bajista convenció al resto del grupo para hacer un último gran concierto. Y así comenzó a gestarse uno de los recitales más mitológicos que jamás hayan tenido lugar en las calles de Londres.
La banda debatió largo y tendido sobre ese gran último concierto, con ideas tan disparatadas como celebrarlo frente a las pirámides de Egipto con un público formado por beduinos del desierto. También sopesaron hacerlo en un hospital rodeados de niños enfermos o en un barco con miles de fans.
La banda debatió largo y tendido sobre ese gran último concierto, con ideas tan disparatadas como celebrarlo frente a las pirámides de Egipto.
Como decíamos, posibilidades peregrinas que parecían a simple vista demasiado complicadas como para ser aceptadas por todos los implicados, en una época en la que las relaciones entre Paul, John, George y Ringo no pasaban por su mejor momento. Por eso el sentido común se impuso finalmente y The Beatles se decantaron por una opción sencilla: subirse a la azotea del edificio donde estaba su estudio de grabación en Apple Records.
Así fue como, para pasmo de los vecinos, se celebró el mítico último concierto de los ‘Escarabajos de Liverpool’, a la hora de la comida del 30 de enero de 1969. Fue filmado por Michael Lindsay-Hogg y duró apenas lo que tardó la policía en cortar por lo sano, en una ingrata tarea para con la historia de la música popular de nuestro tiempo.
Paul McCartney, descontento por el abandono de los escenarios que el grupo mantenía desde 1966, convenció al resto de The Beatles para hacer un último gran concierto.
Durante la media hora de actuación, el grupo interpretó temas como 'Get back', 'Don't let me down', 'I've got a feeling', 'One after 909' y 'Dig a Pony'. Este fue el selecto repertorio del último concierto de los Beatles, que pasó a la posteridad por su carácter de legendaria despedida y por lo improvisado del momento.
Este concierto convirtió, de paso, el edificio de Apple Records, en lugar de peregrinaje obligado para los millones de fanáticos del cuarteto británico. En el número 3 de Saville Row, concretamente. Lo decimos, más que nada por si queréis completar un gran plan como es el de asistir a alguno de los conciertos que Rock Sin Subtítulos organiza para vosotros en esta ciudad y, ya de paso, daros un garbeo por uno de los lugares más míticos de la música pop. Un planazo que bien merece un paseo rebosante de música.