IMPORTANTE: Este evento se ha trasladado de la sala Voodoo Rooms a la sala The Bongo Club, ambas en Edimburgo. Se mantienen fecha y horarios y todas las entradas siguen siendo válidas para la nueva ubicación del concierto.
Uno de los tópicos más recurrentes y escurridizos en la jerga musical es eso de “la autenticidad”. Recurrente porque es el Santo Grial del músico, aquello que todos buscan. Y escurridizo porque resulta difícil definir qué es y qué no es auténtico y sobre todo quién los es. Bueno, pues, Juanito Makandé es uno de esos auténticos. Y hay, además de sus discos, muchas pruebas de ello.
La más obvia sea quizás que pocos como él hayan impuesto su nombre al frente de un proyecto desde la percusión flamenca, su instrumento natural. Resulta difícil hacerse notar al fondo del escenario y tapado por cajones, tambores y platos, pero como percusionista, de hecho, ha colaborado con varios proyectos y grabado con artistas como Pepe Bao, Carlos Chaouen o Chico Ocaña. Y ha sido desde allí donde ya en 2006 decidió tirar con un proyecto personal que ha ido ganando centímetro a centímetro un lugar entre los conocedores del género y la gente de buen paladar para el nuevo flamenco.
Un sitio que se expandió increíblemente con la publicación el año pasado de “Las canciones que escribí mientras volaba”, uno de esos discos que levantan carreras y dejan huella, con más mérito incluso si tenemos en cuenta que apareció gracias a una campaña de crowdfunding. Algo que ha repetido con su nuevo “Muerte a los pájaros negros”, publicado apenas un año después, delatando el momento dulce por el que pasa el artista de La Línea de la Concepción, donde lo de auténtico es como la gripe, que se te pega aunque no quieras.
Juanito Makandé está llamado a convertirse en uno de los nombres más importantes de la nueva generación del flamenco más abierto de mente, un tipo con un talento arrollador y una clase al alcance de pocos que además combina con unas letras de las que llegan hasta el fondo y remueven algo dentro de ti. La clase de artista que, en su gira por UK e Irlanda, no necesitará ningún tipo de traducción, porque entiendan o no de donde viene lo que canta, todo el mundo entiende el duende. Y lo auténtico.