
M Clan en Londres. El placer de las cosas bien hechas
Crónica M Clan Londres – 17 noviembre 2018 – The Grand
La eterna pregunta es: ¿qué motivación encuentra uno para subirse al escenario después de casi 25 años de éxito? Una respuesta muy válida puede ser el placer de tocar delante de la gente canciones que forman parte de su vida. Otra puede ser presentar un último trabajo excelente como es “Delta”, ese álbum con sabor a cruce de caminos.
Clapham Junction es precisamente eso: un cruce de caminos coronado por el vetusto The Grand y ocupado para la ocasión por irredentos fans de la banda. Solo hay que echar un vistazo para darse cuenta que los aquí citados van a corear las canciones hasta el final.
Hay banda para ello. El concierto empieza muy arriba y con los dos líderes - Tarque y Ruipérez - bien cubiertos por un cuarteto de lujo. Prisco, Bautista, Chapo y Sergio Bernal; todos ellos curtidos en mil batallas y deseosos de aportar también parte de su talento.
El concierto empieza muy arriba con los dos líderes - Tarque y Ruipérez - cubiertos por un cuarteto de lujo: Prisco, Bautista, Chapo y Sergio Bernal, curtidos en mil batallas y deseosos de aportar también parte de su talento.
Pero los ojos se van a Tarque. Lleva puesta una chaqueta de estampado indefinido que solo puedes vestir con elegancia si eres un rockstar. No voy a repetir lo de “la mejor voz del rock español de los últimos veinte años”; pero el carisma - eso que se tiene o no se tiene –, no se ha resentido en ese periodo de tiempo. Más bien al contrario.
De los muchos registros que maneja me quedo con el “soulero”. En “Para no ver el final”, tercer tema de la noche, le pone tanto sentimiento que dan ganas de sacarlo a hombros allí mismo. “Basta de Blues” nos trae ese rollazo sureño que tan bien manejan y “La esperanza”, primer single de su último trabajo, despega con su estribillo marca de la casa. Aquí me doy cuenta de algo: esta banda no vive de los viejos éxitos. Las nuevas canciones también conectan de maravilla con la gente.
Tarque posee “la mejor voz del rock español de los últimos veinte años” y carisma- eso que se tiene o no se tiene –. De los muchos registros que maneja me quedo con el “soulero”.
El público que ha venido hasta el Grand los lleva en volandas. Es emocionante ver lo bien que se lo pasan estos músicos haciendo lo que más les gusta a ellos y más nos hace disfrutar a nosotros. Quien piense que M Clan se han acomodado con los años no puede estar más equivocado.
Es emocionante ver lo bien que se lo pasan estos músicos haciendo lo que más les gusta. Quien piense que M Clan se han acomodado con los años no puede estar más equivocado.
Los temas del último disco tienen un toque más acústico. Es aquí donde me fijo en los dos guitarristas. Ricardo Ruipérez es el alma. Borda las armonías vocales y es mesurado en su forma de tocar. ¡¡Y no falla una!! Además, sabe dar un colchón confortable a Prisco, el guitarra solista: un animal de las seis cuerdas. Vibrante en el rock más sucio y estiloso con la acústica y en la mandolina. Charlie Bautista es una de mis debilidades. Con su pinta de Doctor Bacterio siempre añade detalles estilísticos originales a las teclas. La parte rítmica no tiene falta. Fiables y sólidos, bajista y batería mantienen unido todo lo demás y son el centro de las bromas de Tarque. Ahí es ná!
Durante el concierto Tarque bromeó con su banda mostrando el buen rollo que tienen, cada músico demostró su brillantez con su instrumento, se recordó a Chiquito y se agradeció a Inglaterra los artistas que ha aportado a la historia de la música.
Un recuerdo para el gran Chiquito da la entrada a “Las calles están ardiendo”, un clasicazo del repertorio del Clan que en directo se convierte en un “monstruo” de casi ocho minutos; con un relajado interludio musical que acabará explotando y convirtiéndose en una de esas canciones en las que hay que levantar el puño.
Es el momento y el lugar para agradecer a Inglaterra por sus músicos. Pero a pesar de la pista dada, nadie parece adivinar que “Maggie” estaba escondida y a punto de salir a escena. Tarque la canta en comunión con el público y bromea sobre su avanzada edad con cualquier chica que sale a su encuentro. Tampoco pierde la oportunidad de grabar y grabarse con los móviles. ¡¡Qué gran recuerdo se llevaron algunos!!
“Pasos de equilibrista”, con Charlie subido encima de su teclado a lo Jerry Lee Lewis, es uno de los momentos álgidos de la noche. Tremenda canción aderezada además con unas gotitas de los Who para los hinchas locales. Creo que nos estamos acercando al final y aun hay tiempo para hacer otra exhibición de músculo en la coda de “Miedo”. Si estos chicos fueran de Chicago en vez de Murcia, esa canción coronaría alguna superproducción hollywoodiense.
Si estos chicos fueran de Chicago en vez de Murcia, una de sus canciones coronaría alguna superproducción hollywoodiense.
Y es que aunque supliquemos “Quédate a dormir”, la niña “Carolina” sigue sin tener edad para hacer el amor.¡¡¡Pero qué bien funcionan ambas en directo!!! Me voy camino del metro tarareando los acordes de “Concierto salvaje” y pensando en que no se me ocurre otra mejor manera de definir lo que acababa de presenciar en el Grand. ¡¡Larga Vida al Clan!!
Una crónica de Manuel Requejo del blog A head in the clouds https://manurequejo.wordpress.com/